Paz y Cooperación Internacional

En la actualidad, las sociedades globalizadas están fuertemente conectadas a través de colaboraciones tecnológicas, sociales y económicas, aunque resurgen conflictos pasados relacionados con territorios, recursos, formas de gobierno, grupos étnicos, creencias religiosas e ideologías. Creemos firmemente que la base para resolver conflictos de manera civilizada radica en mantener o desarrollar relaciones pacíficas y respetuosas entre las comunidades, en lugar de recurrir al uso indebido y agresivo de la fuerza.

Las relaciones entre Chile y otros países deben regirse por el derecho internacional establecido en convenios y tratados. Es crucial fortalecer las instituciones, tribunales y mecanismos de arbitraje internacionales. Aunque la diplomacia es preferible, en última instancia, el uso de la fuerza física puede ser necesario para respaldar las decisiones de estas instituciones. Es esencial que todas las partes acaten las decisiones basadas en la ley, no en la ley del más fuerte.

En Centro Libre anhelamos vivir en un mundo pacífico. Después de décadas de recuperar la democracia tras un periodo divisivo y una larga dictadura, buscamos construir un Estado liberal democrático a través de la colaboración política en el marco de la legalidad liberal. Además, abogamos por la cooperación internacional, participando en organizaciones como las Naciones Unidas, las instituciones de Bretton Woods y los dispositivos de derecho internacional basados en la Declaración Universal de Derechos Humanos, así como la Alianza del Pacífico.

Reconocemos que los procesos de paz y desarrollo comunitario deben incluir a todos los grupos sociales. Creemos firmemente que no hay otra manera de lograr la paz nacional, ya que las tensiones y la violencia pueden surgir cuando los sectores de la sociedad sienten humillación o injusticia, o cuando su identidad individual o colectiva está amenazada. En situaciones extremas, como el genocidio o la supresión permanente de derechos humanos básicos, nuestra democracia liberal tiene la responsabilidad de invocar la doctrina de la “obligación de proteger” para salvaguardar a cualquier individuo en peligro.